Informe ESG

Informe ESG

¿Qué son los informes ESG? La abreviatura «ESG» se utiliza principalmente en el mundo financiero y significa «Environmental, Social, Governance». Abarca, por ejemplo, las emisiones de CO2, la explotación, la evasión fiscal y la corrupción. Cuestiones que afectan a la sociedad en la que opera como empresa, pero que no se ven reflejadas en las cifras financieras anuales. Un informe ESG suele tratar datos «no financieros». Los informes sobre subáreas como el CO2, la economía circular, la seguridad o el trabajo infantil pueden formar parte de ella.

Certificación

La UE impone ahora a las empresas requisitos estrictos en materia de ASG. Certificaciones como BREEAM, WELL, LEED y DGNB dan a las empresas medios para dar cuerpo y cumplir así los informes ESG o los informes de taxonomía de la UE. La certificación ya no es un objetivo aislado, sino una herramienta para cumplir la legislación.

La realización o transformación hacia un sector inmobiliario sostenible es más importante que nunca desde que la Unión Europea quiere que la sostenibilidad ocupe un lugar más destacado en la agenda de las organizaciones. Con este fin, se ha elaborado el Reglamento de Divulgación Financiera Sostenible (SFDR). El SFDR es un reglamento europeo destinado a proporcionar más transparencia sobre la forma en que los participantes en los mercados financieros o los asesores financieros abordan los riesgos y oportunidades de sostenibilidad en sus decisiones de inversión. La taxonomía define las interdependencias, incluidos los datos, la definición y los requisitos que se les aplican.

SFDR

En la conferencia sobre el clima de París se acordó que la Unión Europea quería aumentar su influencia sobre las empresas para lograr un mayor porcentaje de inversiones sostenibles y ecológicas. De esta idea nació el SFDR, cuyo principal objetivo es reorientar los flujos de capital hacia una economía sostenible y frenar el lavado verde. También incluye la promoción de la transparencia, el fomento del pensamiento a largo plazo y la consideración de la sostenibilidad como parte integrante de la gestión de riesgos. El SFDR se aplica en el sector financiero desde 2020. Desde entonces, se exige a los participantes en los mercados financieros que informen anualmente en informes ESG sobre sus inversiones y sobre sus políticas de integración de los riesgos de sostenibilidad en sus inversiones y en su proceso de toma de decisiones.

Regulación taxonómica

Para complementar el SFDR, en 2020 se redactó el Reglamento sobre Taxonomía. Pronto quedó claro que la inversión sostenible desde el punto de vista medioambiental podía ser objeto de una amplia interpretación entre las organizaciones. En consecuencia, el impacto del SFDR quedó rezagado y fue necesario establecer más marcos al respecto. Taxonomy es un sistema de clasificación de base científica con criterios técnicos de selección que se espera se convierta en la norma mundial para evaluar la sostenibilidad de las inversiones inmobiliarias. El propósito de la taxonomía es hacer de la sostenibilidad una consideración más importante en las inversiones.

Taxonomía alineada

La evaluación del grado de sostenibilidad medioambiental de una actividad económica se realiza a partir de los seis objetivos medioambientales. Estos seis objetivos son la mitigación del cambio climático (reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero), la prevención de la contaminación, el uso sostenible de los recursos hídricos y marítimos, la adaptación al cambio climático, la transición a una economía circular y la protección de los ecosistemas. Al mismo tiempo, una actividad económica no debe afectar significativamente a otros objetivos medioambientales. Cuando se cumplen estos criterios, la actividad puede etiquetarse como verde claro u oscuro o como «alineada con la taxonomía», lo que significa que una organización está demostrando que realiza inversiones sostenibles desde el punto de vista medioambiental.

Directiva sobre memorias de sostenibilidad de las empresas

Los proveedores de productos de inversión, por ejemplo, están obligados a comunicar el porcentaje de inversiones ecológicas* en sus informes anuales sobre ASG para comprobar si las organizaciones invierten realmente de forma más sostenible desde el punto de vista ecológico. Por ahora, el SFDR y el reglamento de taxonomía sólo se aplican a las empresas que operan en el sector financiero. Sin embargo, la Unión Europea pretende alcanzar sus objetivos medioambientales lo antes posible. Por lo tanto, dentro de unos años, el sector no financiero también participará en la SFDR y en la regulación de la taxonomía a través de la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Empresarial (CSRD). Por eso es importante que todas las organizaciones piensen a tiempo en hacer más sostenibles sus inversiones.

Preparado para el futuro

En el Grupo Adamas, vemos una creciente demanda por parte de las organizaciones para que sus propiedades sean más sostenibles, ya que esto es necesario para su sostenibilidad futura. Si una organización no cumple las directrices, puede ser perjudicial para su supervivencia a largo plazo. Adamasgroup orienta a las organizaciones para que sus inmuebles sean más sostenibles y estén preparados para el futuro.

Inversiones ecológicas

A partir de 2022, el sector inmobiliario tendrá que demostrar sus inversiones ecológicas, si se utilizan fondos procedentes, por ejemplo, de fondos de pensiones u otro tipo de financiación. Con ello, la construcción sostenible deja de ser un marco por encima de la ley para convertirse en una obligación que los auditores fiscalizan en sus informes anuales.

*Qué se ajusta a la definición de «verde», según el SFDR

¿Construyendo juntos un futuro circular, sostenible y saludable?